lunes, 5 de octubre de 2015

No culpes a la playa…


Según una encuesta realizada a hombres y mujeres de entre 15 y 47 años oriundos de diversas localidades de la República Argentina, los hombres prefieren más vacacionar en la playa que las mujeres. En esta nota, te contamos el por qué de este sorprendente resultado. 


 “!Está lleno de gente!”, “No me pienso sacar el pareo ni loca…¡¿Querés que me vean los rollos?!, “La arena me pica…”, entre otras, son algunas de las frases populares más utilizadas por el género femenino cuando de vacacionar en la costa se trata. 

Lo que en el imaginario común y corriente significaría desenchufarse y pasar un relajado día adentro del mar o simplemente contemplar el paisaje y respirar ese aire diferente es vivido como una tortura por la mayoría de las mujeres y la incomodidad que les genera les impide disfrutarlo a pleno. 

Pero lo que las féminas sufren, el hombre lo trastoca y estar en la playa, a pesar de las quejas de su cónyuge es para él una de las experiencias más ricas…Eso sí, en silencio. No sea que se vaya a enterar ella… 

Un 50% de los hombres encuestados que se proclamaron padres confesó que aprovechaba los momentos de juego con sus hijos para “recrear la vista” con los cuerpos de otras señoritas y de ser posible, alejarse un poco de la manta ocupada por “el ogro” (dícese de su señora esposa) quien estaba tapado de pies a cabeza para evitar ser visto y con anteojos de sol para que la arenilla no lo haga llorar. 

Sólo un 20 %, de los cuales sus mujeres no presentaban problemas por tener que vestir una bikini, confesó sentirse a gusto al pasarle el protector solar y lo encontró como un momento de pareja que encendía algunas de sus más arduas fantasías sexuales. 

Las mujeres que manifestaron su predilección por pasar sus vacaciones en la playa coincidieron en que podía ser un buen momento de reencuentro de la libido con su pareja, además de evidenciar el esfuerzo de todo el año con esa dieta estricta que siguieron a rajatabla. 

Otras, admitieron que era la excusa perfecta para dedicarse un tiempo a ellas mismas y dejar en cuidado del macho alfa a los retoños que aunque tiernos, también demandan demasiado. 

Así que ahora ya sabe, si su marido le insiste en sacar pasajes a Mar del Plata o San Bernardo, piénselo dos veces. A menos que se lo quiera sacar de encima…es probable que vuelva soltera.

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